Hace mucho, en un hermoso jardín llamado Edén, Dios creó a un hombre y una mujer. El hombre se llamó Adán y la mujer se llamó Eva. Dios los hizo especiales y los cuidaba con mucho amor y cariño.
Dios les dio un lugar maravilloso para vivir, lleno de árboles, flores y animales amigables. En el centro del jardín había dos árboles especiales: el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
Dios les dijo a Adán y Eva que podían comer de todos los árboles, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Les advirtió que si comían de ese árbol, tendría consecuencias tristes.
Un día, una serpiente astuta vino a hablar con Eva. La serpiente le dijo que si comía del fruto del árbol prohibido, se volvería como Dios y sabría muchas cosas.
1 EMPERO la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo á la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer respondió á la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos; 3 Mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, porque no muráis. 4 Entonces la serpiente dijo á la mujer: No moriréis; 5 Mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.
Eva comenzó a pensar en eso y decidió comer el fruto. Luego, le dio a Adán, y él también comió. Después de comer el fruto, Adán y Eva se dieron cuenta de que estaban desnudos y se sintieron avergonzados.
Cuando Dios vino al jardín, Adán y Eva se escondieron porque tenían miedo de que supieran que habían comido del árbol prohibido. Dios los llamó y les preguntó qué habían hecho.
Adán y Eva admitieron que habían desobedecido la advertencia de Dios. Hubo consecuencias por su elección. Dios les dijo que tendrían que trabajar muy duro para cultivar la tierra y que enfrentarían dificultades en la vida. Pero también les prometió que enviaría un Salvador para ayudarlos algún día.
A pesar de lo que habían hecho, Dios todavía los amaba mucho. Los visitió con ropas especiales para ellos y los cuidó. Adán y Eva tuvieron que dejar el jardín, pero aprendieron que Dios siempre está allí para amarlos y cuidarlos, incluso cuando cometemos errores.
¿Qué enseña la historia de Adán y Eva a los niños?
- Obediencia: En la historia, Dios les dio a Adán y Eva una regla muy clara: no debían comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Sin embargo, desobedecieron y esto tuvo consecuencias negativas. Aprendemos la importancia de obedecer las reglas y los mandatos de las personas que nos cuidan y nos quieren.
- Consecuencias de nuestras acciones: Cuando Adán y Eva desobedecieron, experimentaron las consecuencias de su acción. Fueron expulsados del Jardín del Edén y tuvieron que enfrentar dificultades y problemas. Esta historia nos enseña que nuestras acciones tienen consecuencias y que es importante pensar antes de actuar.
- Amor y perdón: A pesar de que Adán y Eva cometieron un error, Dios los amó y les dio una oportunidad de redimirse. Dios se pone triste cuando hacemos cosas que no son buenas para nosotros y los demás, pero Dios nos sigue amando y nos perdona cuando nos arrepentimos. De manera similar, nosotros también debemos perdonar a las personas cuando se equivocan.
Preguntas para niños sobre la historia de Adán y Eva
Estas preguntas son diseñadas para que los niños puedan recordar los eventos clave de la historia y comprender sus lecciones importantes de una manera divertida y accesible.
- En qué lugar vivían Adán y Eva?
- ¿Qué árboles especiales había en el jardín?
- ¿Qué animal habló con Eva en la historia?
- ¿Qué le dijo la serpiente a Eva que no debía hacer?
- ¿Qué pasó después de que Adán y Eva comieron el fruto del árbol prohibido?
- ¿Por qué Adán y Eva se escondieron cuando oyeron a Dios caminando en el jardín?
- ¿Qué hizo Dios cuando admitieron lo que habían hecho?
5 actividades de Adán y Eva para niños
1) Dibuja tu propio Jardín del Edén
Qué necesitan: Cartulina grande o un trozo de cartón, pinturas, marcadores y crayones. Pegamento y tijeras. Recortes de revistas con imágenes de plantas, animales, frutas y flores. Algodón, lentejuelas, papel de colores, y cualquier otro material para decorar.
Cómo se juega: Usa la cartulina para dibujar un gran jardín. Pueden pintar árboles, ríos, flores, y todo lo que imaginen que había en el Edén. Con los recortes de revistas, los niños pueden elegir y pegar diferentes animales, plantas, y frutas en su jardín. Esto les ayudará a visualizar la diversidad de la creación. Pueden dibujar y recortar figuras de Adán y Eva para añadirlas al jardín. También pueden usar tela o papel para hacerles ropa.
2) Diario de Jardín del Edén
Qué necesitan: Cuadernos pequeños o hojas de papel, y lápices o crayones.
Cómo se juega: Cada niño imagina un día en la vida de Adán y Eva y lo describe o dibuja en su diario. Pueden incluir detalles como su interacción con los animales o su relación con Dios. Esto fomenta la creatividad y la comprensión personal de la historia.
3) Creación de un jardín miniatura
Qué necesitan: Cajas de zapatos, tierra, semillas, piedras pequeñas, y figuras de animales.
Cómo se juega: Los niños usan los materiales para recrear el Jardín del Edén en una caja de zapatos. Discuten qué plantas y animales podrían haber estado en el jardín, y cómo se sentirían Adán y Eva viviendo allí. Esto les ayuda a imaginar el entorno de la historia.
4) Collage de la Creación
Qué necesitan: Revistas viejas, pegamento, tijeras, y hojas grandes de papel.
Cómo se juega: Los niños recortan imágenes que representen los siete días de la creación de Dios, incluyendo la creación de Adán y Eva. Mientras trabajan, hablan sobre cada día y lo que Dios creó, ordenando los eventos en el collage.
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5) Juego de preguntas y respuestas
Qué necesitan: Tarjetas con preguntas sobre la historia y un timbre o algo para hacer ruido.
Cómo se juega: Los niños se turnan para responder preguntas sobre la historia de la Biblia. Incluye preguntas sobre detalles específicos, como los nombres de los árboles en el jardín o las palabras de Dios a Adán y Eva después de desobedecer. Esto ayuda a reforzar su memoria y comprensión de la historia.
Resumen de la historia de Adán y Eva
En un hermoso jardín llamado Edén, Dios creó a un hombre llamado Adán y a una mujer llamada Eva. Les dio un lugar maravilloso para vivir con muchos árboles y animales amigables. Les permitió comer de todos los árboles, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Una serpiente astuta convenció a Eva de comer el fruto prohibido y ella también le dio a Adán, quien también comió.
Después de comer el fruto, Adán y Eva se dieron cuenta de que estaban desnudos y se escondieron cuando escucharon a Dios. Dios les preguntó qué habían hecho y admitieron su error. Dios les mostró que había consecuencias por su desobediencia, como tener que trabajar duro y enfrentar dificultades.
A pesar de esto, Dios los cuidó y los vistió con ropas especiales. Adán y Eva tuvieron que dejar el jardín, pero aprendieron sobre la importancia de obedecer y sobre el amor y el perdón de Dios. Esta historia nos enseña acerca de las decisiones, las consecuencias y el cuidado de Dios hacia nosotros.
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