Hace mucho tiempo, Jesús y sus amigos, los discípulos, decidieron hacer un viaje en barco. Era un día bonito y todo parecía perfecto para una aventura en el mar. Jesús, que había estado ayudando y enseñando a mucha gente, estaba muy cansado, así que se acomodó en el barco y se quedó dormido.
Mientras navegaban, el cielo comenzó a cambiar. Las nubes se volvieron grises y oscuras, y de pronto, ¡pum! Una gran tormenta apareció. El viento soplaba fuerte, y las olas eran tan grandes que parecían montañas de agua moviéndose muy rápido.
El barco empezó a balancearse de un lado para otro, y los discípulos, que eran los amigos de Jesús, se asustaron mucho. Imagínate estar en un pequeño barco en medio de una tormenta gigante, con el viento silbando y las olas chocando.
Los discípulos no sabían qué hacer, así que fueron a despertar a Jesús. «¡Jesús, Jesús, despierta! ¡Estamos en peligro! ¿No te importa que la tormenta pueda hundirnos?»
Jesús se despertó, miró a su alrededor y vio el miedo en los ojos de sus amigos. Luego, con mucha calma, se levantó y habló al viento y al mar. Dijo algo muy simple pero poderoso: «¡Silencio! ¡Cálmate!» Y algo increíble sucedió: el viento dejó de soplar, las olas se calmaron, y todo estaba tranquilo de nuevo. La tormenta se había ido como por arte de magia.
Los discípulos no podían creer lo que veían. Se quedaron con la boca abierta, asombrados. Se miraron unos a otros y se preguntaban: «¿Quién es este, que incluso el viento y el mar le obedecen?»
23 Y entrando él en el barco, sus discípulos le siguieron. 24 Y he aquí, fué hecho en la mar un gran movimiento, que el barco se cubría de las ondas; mas él dormía. 25 Y llegándose sus discípulos, le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos. 26 Y él les dice: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió á los vientos y á la mar; y fué grande bonanza. 27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y la mar le obedecen?
Jesús les mostró que tenía un poder especial, un poder que podía traer paz incluso en las situaciones más difíciles y asustadizas.
¿Qué enseña la historia de Jesús calmando la tormenta?
- Confianza en momentos difíciles: Igual que los discípulos en la tormenta, a veces nos encontramos en situaciones que nos asustan o nos preocupan. La historia nos enseña que, incluso en esos momentos difíciles, podemos confiar en Jesús. Él está con nosotros y puede ayudarnos a sentirnos tranquilos y seguros.
- El poder de Jesús: Los discípulos vieron algo asombroso: Jesús calmó una tormenta con solo sus palabras. Esto nos muestra que Jesús es muy especial y poderoso, más poderoso que las cosas que nos pueden asustar en el mundo, como una tormenta grande.
- La importancia de la fe: Cuando los discípulos despertaron a Jesús, él les preguntó por qué tenían tanto miedo y por qué no tenían fe. Esto nos enseña que tener fe significa confiar en Jesús, incluso cuando las cosas parecen difíciles o imposibles.
- Jesús cuida de nosotros: Al igual que Jesús cuidó de sus discípulos en la tormenta, nos cuida a nosotros. Esto nos enseña que siempre podemos ir a Jesús cuando tenemos miedo o estamos preocupados, porque él siempre está listo para escucharnos y ayudarnos.
Actividades para aprender sobre Jesús calmando la tormenta
1. Barco en la tormenta en una botella
Materiales:
- Una botella de plástico transparente con tapa (limpia y vacía)
- Agua
- Aceite vegetal (o aceite de bebé para un efecto más claro)
- Purpurina azul y blanca
- Un pequeño barquito de juguete o uno hecho con corcho y papel
Instrucciones:
- Llena la botella hasta la mitad con agua.
- Añade el barquito dentro de la botella.
- Echa purpurina azul y blanca para representar el agua y las olas espumosas.
- Llena el resto de la botella con aceite vegetal, dejando un poco de espacio en la parte superior.
- Cierra bien la tapa (puedes sellarla con cinta adhesiva o pegamento si es necesario).
- ¡Agita la botella y mira cómo se forma una tormenta! Habla sobre cómo Jesús calmó la tormenta y cómo podemos confiar en Él en tiempos difíciles.
2. Pintura de silencio de la tormenta
Materiales:
- Hojas de papel grueso o cartulina
- Pinturas azules, grises y blancas
- Pinceles y esponjas
- Pegatinas o recortes de un barco y Jesús
Instrucciones:
- Usando las esponjas, invita a los niños a mezclar las pinturas azules y grises para crear un fondo de tormenta en el mar.
- Con el pincel, pueden añadir detalles como olas grandes y nubes tormentosas.
- Una vez que la pintura se seque, pueden pegar el barco y a Jesús en la escena.
- Habla sobre cómo Jesús calmó la tormenta y pídeles que imaginen lo que sintieron los discípulos cuando el mar se calmó.
3. Drama de la tormenta calmada
Materiales:
- Una sábana azul grande para simular el mar
- Un «barco» hecho de cajas o una alfombra
- Un ventilador (opcional) para simular el viento
Instrucciones:
- Divide a los niños en grupos: algunos serán los discípulos, uno será Jesús y otros pueden agitar la sábana para simular las olas del mar.
- Los «discípulos» se suben al «barco».
- Comienza la «tormenta» agitando la sábana y encendiendo el ventilador si está disponible.
- Jesús (un niño actuando) «duerme» en el barco hasta que los discípulos lo despiertan.
- Jesús se levanta y dice «¡Silencio! ¡Cálmate!» y todo se detiene para representar la calma.
- Habla sobre la importancia de confiar en Jesús durante los «tiempos de tormenta» en nuestras vidas.
Preguntas para niños sobre Jesús calmando la tormenta
- ¿Cómo crees que se sintieron los discípulos cuando la tormenta comenzó y cómo cambió su sentir después de que Jesús calmara la tormenta?
Esta pregunta ayuda a los niños a ponerse en el lugar de los discípulos y a explorar los sentimientos de miedo y alivio.
- Si tú hubieras estado en el barco, ¿qué le habrías preguntado a Jesús después de que calmó la tormenta?
Esta pregunta anima a los niños a pensar de manera creativa y a reflexionar sobre lo que les hubiera intrigado o preocupado en esa situación.
- ¿Por qué crees que Jesús preguntó a los discípulos por su fe? ¿Qué significa tener fe durante los momentos difíciles?
Con esta pregunta, los niños pueden discutir sobre la fe y cómo ésta se aplica en situaciones de miedo o incertidumbre.
- ¿Has vivido alguna vez una situación que te hizo sentir como si estuvieras en una tormenta? ¿Cómo te ayudó saber que Jesús está contigo?
Esta pregunta conecta la historia con las experiencias personales de los niños, permitiéndoles compartir y encontrar similitudes entre sus vidas y la historia.
- ¿Qué podemos aprender de cómo Jesús se mantuvo tranquilo durante la tormenta? ¿Cómo podemos aplicar esa tranquilidad en nuestra vida diaria?
Esta pregunta fomenta a los niños a pensar en la importancia de mantener la calma y cómo pueden aplicar la enseñanza de Jesús en sus propias vidas.
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