Había una vez un profeta llamado Elías, quien fue enviado por Dios para predicar y realizar milagros. Durante un tiempo, una gran sequía afectó a la tierra, y la gente sufría por la falta de alimentos.
En medio de esta difícil situación, Elías se encontró con una viuda en la ciudad de Sarepta. La viuda estaba en extrema necesidad, ya que solo le quedaba un poco de harina y aceite en su casa. Ella estaba a punto de hacer una última comida para ella y su hijo, y después esperaba enfrentar una muerte inminente debido a la falta de provisiones.
Cuando Elías se acercó a la viuda, le pidió un poco de agua y un pedazo de pan. La viuda, angustiada por su situación, le explicó que solo tenía un puñado de harina y un poco de aceite, y que estaba a punto de hacer su última comida antes de enfrentar la escasez total.
Sin embargo, Elías le hizo una promesa asombrosa en nombre de Dios. Le dijo a la viuda que hiciera primero un pan pequeño para él, y luego hiciera otro para ella y su hijo. Elías le aseguró que el Dios de Israel no dejaría que la harina ni el aceite se agotaran hasta que la sequía terminara.
El milagro de la harina y el aceite
La viuda, a pesar de su incertidumbre, decidió confiar en la palabra de Elías. Hizo como le había dicho y compartió su última comida con él. Y aquí viene el momento increíble: ¡La harina y el aceite nunca se agotaron en la casa de la viuda!
“Y la tinaja de la harina no escaseó, ni menguó la botija del aceite, conforme á la palabra de Jehová que había dicho por Elías.”
Cada vez que ella iba a tomar un poco de harina o aceite para hacer comida, encontraba que todavía había suficiente. Este milagro continuó durante mucho tiempo, hasta que finalmente, la sequía llegó a su fin y la tierra comenzó a recuperarse.
La viuda y su hijo fueron bendecidos con provisiones abundantes, y la fe en Dios y en su profeta Elías se fortaleció.
¿Qué enseña la historia de Elías y la viuda de Sarepta?
- La importancia de confiar en Dios: La viuda de Sarepta se encontraba en una situación desesperada, con escasez de alimentos y sin esperanza. Sin embargo, ella decidió confiar en la palabra de Dios a través del profeta Elías. Aprendemos que, incluso en momentos difíciles, debemos confiar en que Dios puede obrar milagros y proveer para nuestras necesidades.
- La generosidad y el sacrificio: A pesar de la situación precaria de la viuda, ella mostró generosidad al compartir su última comida con Elías. Su acto de generosidad fue recompensado con un milagro, demostrando que cuando somos generosos y estamos dispuestos a sacrificar, Dios puede bendecirnos abundantemente.
- La obediencia a la palabra de Dios: Elías le hizo una petición aparentemente irracional a la viuda, pidiéndole que hiciera primero un panecillo para él antes de hacer algo para ella y su hijo. Aunque esto desafiaba la lógica humana, la viuda decidió obedecer la palabra de Dios a través de Elías. Aprendemos que obedecer a Dios, incluso cuando no entendemos completamente, puede llevarnos a bendiciones inesperadas.
- La provisión divina en tiempos de escasez: A través del milagro de la harina y el aceite que nunca se agotaron, Dios demostró su poder y su capacidad para proveer en medio de la sequía y la escasez. Esta historia nos enseña que, incluso en los momentos más difíciles, podemos confiar en que Dios cuidará de nosotros y nos proveerá lo que necesitamos.
Preguntas para niños sobre la historia de Elías y la viuda de Sarepta
1. Pregunta: ¿Por qué la viuda de Sarepta estaba preocupada?
Respuesta esperada: La viuda de Sarepta estaba preocupada porque solo le quedaba un poco de harina y aceite, y no tenía suficiente comida para ella y su hijo.
2. Pregunta: ¿Qué le pidió Elías a la viuda?
Respuesta esperada: Elías le pidió a la viuda un poco de agua para beber y un pedazo de pan.
3. Pregunta: ¿Qué promesa hizo Elías en nombre de Dios?
Respuesta esperada: Elías prometió que la harina de la tinaja no se acabaría y que el aceite de la vasija no disminuiría hasta que Dios enviara lluvia a la tierra.
4. Pregunta: ¿Qué sucedió cuando la viuda compartió su última comida con Elías?
Respuesta esperada: Después de compartir su última comida con Elías, la harina y el aceite de la viuda nunca se agotaron. Siempre había suficiente cuando ella iba a tomar un poco.
5. Pregunta: ¿Qué podemos aprender de la historia de Elías y la viuda de Sarepta?
Respuesta esperada: Podemos aprender que debemos confiar en Dios incluso en momentos difíciles, que la generosidad y la obediencia son recompensadas, y que Dios puede proveer para nuestras necesidades incluso en tiempos de escasez.
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